Siempre en primera presencia su persona.
Siempre el perfil que asoma en la memoria,
rasguña los recuerdos y se astilla.
En este corazón estas campanas,
de abuela con bastón, de niña sola,
que aguardaban al pequeño mientras cantan.
En la memoria de diciembre está la abuela, amasando pan bajo la parra, regalando su ternura cuando todo parecía irremediable.
Con su caja de fotos color sepia, la abuela derrotó a la guerra; y con su virgen de yeso, milagrosa, rescató la navidad de los escombros.
Y armó familias de manos solidarias.
Llenó aquel patio de malvones y hombres de trabajo.
Cobijó la risa franca.
Ofrendó a las mujeres de la tierra su sencillo jardín de madreselvas.
A veces nos condenó a un rezongo (compensado con alguna golosina), cuando por obra y gracia de un cuerpo emancipado cometíamos un acto de injusticia.
Pero siempre tuvo un cuento de amor para nosotros amparada por la honra de sus lutos.
El 24 de diciembre a medianoche, desde el sueño, adornará con su mantel de lino nuestra mesa cantando una antigua sevillana.
Y la paz será posible en este mundo.
Fragmento de Abuela con bastón (Sandra Cornejo)
jueves, 13 de diciembre de 2007
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4 comentarios:
Que recuerdo más dulce el de las abuelas verdad?. Yo no conocí a mi abuela materna, pero con el paso de los años, mi madre me ha ido relatando con tanta minucia mil y una historia relacionada con ella, haciéndome sentir ese lazo de unión física que nunca existió.
La mia fallecio hace tres meses, pero parece que sigue ahí, controlandonos a todos y vigilando que su familia siga unida como siempre.
Estas primeras navidades sin ella van a ser duras, principalmente para mi padre.
Por cierto...siento lo de tu abuela...
Gracias
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