sábado, 4 de octubre de 2008

Tiranía

Por si fuera poco la vida, encima, existen las hormonas.
No, señor: no estoy de acuerdo con ninguna ley de la paridad mientras a ellos la naturaleza no les someta a esta tiranía. Y sí: estoy cayendo en aquella máxima (mínima, diría yo) del morir matando.
Así que una, que es de genio vivo, sí, pero controlado, a veces tiene que verse echando chispas al dar las curvas de los días. Y sin razón, ni voluntad para ello.
Esto, por si fuera poco, crea una cierta psicosis de avanzadilla, y no puedo dejar de preguntarme entonces qué va a ser de mí cuando me llegue la menopausia.

Pido perdón a todos por estas reflexiones uterinas que, sin duda, no conducirán a nadie a parte alguna. Sólo es el triste recurso del pataleo.
Y mañana será otro día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo y aunque se supone que lo tenemos asumido, hay veces que es inevitable coger estas pataletas...
Un beso.