lunes, 4 de junio de 2007

Si yo muriese hoy, ¿cómo sería mi funeral?

Es una gran compañera de viaje, que está siempre sentada a nuestro lado, diciendo: «Voy a alcanzarte, y tú no sabes cuándo; pero no dejes nunca de vivir la vida de la forma más intensa posible». Por ello, jamás dejes para mañana lo que puedas vivir hoy, y eso incluye alegrías, obligaciones hacia el trabajo, pedir perdón cuando sientas que has hecho daño a alguien, la contemplación del momento presente como si fuera el último.
Caminamos en dirección a ella, no sabemos cuándo nos tocará, pero tenemos el deber de mirar a nuestro alrededor, dar las gracias por cada minuto, y darle las gracias a ella por hacernos pensar en la importancia de cada actitud que tomamos o dejamos de tomar. Y a partir de ahí, dejar de hacer lo que nos mantiene como muertos en vida.
Y apostarlo todo, arriesgarlo todo.
Nos guste o no, el ángel de la muerte nos está esperando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que no se comunique a nadie mi muerte,
O que nadie llore por mi,
Y que no me entierren en tierra sagrada,
Y que ningún sacristán toque las campanas,
Y que nadie pueda ver mi cuerpo muerto,
Y que ningún lloraduelos me siga en mi entierro,
Y que no se depositen flores en mi tumba,
Y que ni un solo hombre me recuerde.
Esta es mi voluntad.

THOMAS HARDY

Asi me gustaria que fuese...

jarel dijo...

El ultimo dia ... ese es por el que vale la pena vivir