sábado, 26 de mayo de 2007

Macjob

En su primera novela, "Lo peor de todo", Ray Loriga describe, en el capítulo inicial, el patético ambiente laboral de una hamburguesería. Asímismo, Douglas Coupland, en "Generación X", acuñó el término "macjob" (en alusión a la cadena 'MacDonald's) para referirse a los trabajos basura de la era 'grunge', sus horarios esclavos y sus sueldos míseros.
De eso va ahora la cosa: trabajos basura, desempleos basura.
Y cuando el milagro de la contratación se produce (sea donde buenamente sea) es con la exigencia de que estés dispuesto a todo: puta de taller, puta de empresa, boca cerrada para sobrevivir hasta que te echen.
Aun así, chaval, tienes que dar las gracias por los cambios de turno arbitrarios, los fines de semana trabajados, las seiscientas horas extras al año de las que sólo ochenta figuran como tales en la nómina. Y si encima pretendes mantener una familia y pagar un piso, date con un canto en los dientes de que no te sodomicen gratis.
Flexibilidad laboral, lo llaman. Rediós. Cuánto eufemismo y cuanta mierda.

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